En el año 2018,tras una crisis personal, empecé a meditar. Por entonces, era una de esas personas que no paraban ni un segundo del día quieta. Mi cuerpo me enviaba señales de que algo no iba bien: dolores de cabeza constantes, insomnio, taquicardias, mal humor, ira, estados de alerta mantenidos…hasta que mi cuerpo me paro en seco.
2018 es un año que recordaré con especial cariño. La vida me mostró el lado más oscuro y profundo que hay en un ser humano, pero también la fortaleza que yace en el interior de todos nosotros.
Y es aquí cuando empecé a meditar y a practicar yoga. Ambas herramientas fueron grandes aliados para parar, para quererme, para conectar con lo que era mi esencia y encontrar mi propósito de vida.
El Mindfulness me ofreció libertad. En lugar de verme desbordada por las reacciones instintivas y automáticas, fui creando espacios de libertad en los que poder decidir cómo afrontar las situaciones más estresantes del día a día.
Estos son los 5 obstáculos o desafíos que podemos encontrarnos en el camino de la meditación:
1. La Somnolencia, la pereza mental o física. La falta de energía y la tendencia a quedarse adormecido o tener la mente embotada durante la meditación, pueden dificultar la atención y la concentración. Para superar este obstáculo es importante mantener una postura adecuada (sentada en el suelo o en una silla, o incluso de pie) y realizar ejercicios de respiración para contrarrestarlo.
2. La agitación mental, la preocupación excesiva, la ansiedad o la inquietud constante. La mente humana es compleja. Somos capaces de crear miles de pensamientos diarios, de los cuales, la mayoría surgen de forma automática. El hecho de vivir en un mundo en lo que prima el hacer antes que el ser, no favorece en absoluto la quietud mental o la calma. Para superar este obstáculo es necesario cultivar la paciencia, voluntad y constancia.
3. El apego o la atracción hacia las experiencias sensoriales placenteras, como los deseos relacionados con la comida, el sexo o la comodidad física. Estos pueden distraer al meditador y dificultar su enfoque y atención plena. Para superar este obstáculo es importante cultivar la ecuanimidad y la capacidad de dejar ir estas experiencias a medida que vayan apareciendo durante la meditación.
4. La falta de confianza o la duda en la práctica de la meditación y sus beneficios. Puede generar indecisión y hacer que nos cuestionemos el simple acto de meditar. Aquí nos surgen preguntas como: No estoy acostumbrado, el silencio no me gusta, esto es de frikis, no siento nada…. La confianza en el proceso y en uno mismo es esencial para superar este obstáculo.
5. La aversión o el rechazo, el dolor o la preocupación o la culpabilización, también pueden obstaculizar la tranquilidad y la claridad mental necesarias para la meditación. Para superar este obstáculo la aceptación y la apertura de tu mente resultan fundamentales.
Como dice Jon Kabat Zinn, “no puedes detener las olas, pero puedes surfearlas”. Las olas representan los obstáculos que todos nos vamos encontrando en el camino de la meditación. No dejan de ser desafíos naturales que podemos ir superándolos con el cultivo de cualidades positivas como la atención plena, el amor, la ecuanimidad, la gratitud y la constancia.
Aquí te dejo un enlace a la Guía de meditaciones basadas en Mindfulness que comparto en Instagram y Aquí en Youtube.
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