Cuidando a los que cuidan: yoga para cuidadores
Tener un familiar con Alzheimer o con demencia puede resultar profundamente agotador.
Agotador a nivel mental, físico y emocional. Y ese agotamiento no es más que todo el amor que intentas dar a esa persona, que, aunque físicamente presente, se convierte en alguien completamente diferente al ser que una vez conocimos.
Los estudios nos hablan de que existe un duelo, un duelo durante la enfermedad y un duelo cuando el ser querido ya no está. Y es así. Pues no deja de ser una pérdida de alguien que ya no está, pues aunque la persona está presente, se va desvaneciendo progresivamente.
¿Y porque te hablo de esto? Si me has estado siguiendo en Instagram, sabrás que mi padre lucha contra la demencia. Él, autodidacta. artista creador, dedicó su vida a la pintura, a sus esculturas, a sus exposiciones, a su taller, a su familia y a sus amigos. Un gran orador y comunicador, siempre amable y elocuente.
Este agotamiento emocional está cargado de angustia, a veces de rabia y otras de tristeza, melancolía o culpa. El declive es abrupto y ahora comprendo ciertas conductas de mi padre dos años atrás, cuando su capacidad cognitiva y creativa comenzaba a mermar y aún no sabíamos la causa.
La práctica del yoga y la meditación han sido mi refugio, y de parte de mi familia, para poder gestionar este tsunami emocional. En este viaje he aprendido que las personas cuidadoras también tienen necesidades propias y merecen momentos de autocuidado. Mantener el equilibrio físico y mental es fundamental, no solo para su propia salud, sino también para poder procurar bienestar a los demás.
Por esta razón, comparto contigo una sesión de yoga suave especialmente diseñada para personas cuidadoras, disponible en mi canal de YouTube. Te invito a disfrutarla si eres un cuidador o a compartir este recurso con aquellos que podrían necesitarlo.
Te deseo un diciembre lleno de amor y compasión, recordándote siempre la importancia de cuidar de ti mismo mientras cuidas a los demás.